Los insólitos peces gato, la ópera prima de la reconocida directora veracruzana Claudia Sainte-Luce, recorrerá un circuito de exhibición en salas y espacios comunitarios de la mano de la iniciativa Cine para todxs que busca revitalizar al cine mexicano.
Ciudad de México, 16 de septiembre (SinEmbargo).– «Los suspiros son señal de que necesitas un poco más de aire para respirar», dice una de las líneas de Los insólitos peces gato, una cinta que habla sobre vínculos y pérdidas, y que después de su exitoso estreno en 2013 ahora está de vuelta en algunas salas de México gracias a la tercera etapa de Cine para todxs del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
El filme de la cineasta veracruzana Claudia Sainte-Luce cuenta la historia entre Claudia (Ximena Ayala), una joven solitaria que trabaja en un supermercado, y Martha (Lisa Owen), la mujer que conoce en el hospital cuando la primera es intervenida de emergencia por una apendicitis.
Lo que parece una simple casualidad de encontrarse en un mismo lugar se convierte en un vínculo de amistad fuerte entre estas mujeres cuando Claudia conoce a los hijos de Martha y la terrible enfermedad que la aqueja.
«Era algo que me había sucedido, era una historia que me marcó y tenía que contarlo en lo primero que escribiera, entonces de ahí salió esta historia», cuenta la directora en entrevista con SinEmbargo.
Después de un paso por encuentros internacionales como el Festival de Cine de Locarno y haber sido parte de la selección del Festival Internacional de Cine de Morelia, la cinta vuelve a salas, y hasta este 18 de septiembre, gracias a Cine para todxs que tiene como misión «revitalizar, por medio del cine mexicano, espacios dedicados a la promoción cultural en sus comunidades».
Los insólitos peces gato fue la ópera prima de la directora mexicana que había sólo incursionado en cortometrajes como Muerte anunciada (2005) y El milagrito de San Jacinto (2007). La aventura con su primer largometraje no fue una tarea fácil y representó para la directora una responsabilidad enorme.
«Está llena de nervios, ansiedad, miedo, así fue. Cuando hago el guión no pensaba dirigir ni dedicarme a esto, y cuando cayó el fondo y la oportunidad de poderla hacer pues es una responsabilidad enorme que tengas el dinero, que es dinero público, y que eso quede bien. Tú tratas de hacer las cosas lo mejor que se pueda”.
Con el filme, Claudia Sainte-Luce obtuvo una nominación al Premio Ariel a Mejor Dirección. Sin embargo, lograrlo representó un reto:
«Lo que me gusta y me da seguridad a la hora de filmar es poder ensayar mucho, y hay muchas actrices que no se prestaban para esto porque no tenían el tiempo o no querían dedicarle mucho tiempo de ensayos, entonces eso fue otros obstáculo».
Pero su esfuerzo fue premiado con el Ariel a Mejor Ópera Prima, Mejor Película en el Festival Internacional de Cine de Locarno, el México Primero del Baja Film Festival, premio FIPRESCI de la Crítica Internacional del Festival Internacional de Cine de Toronto, entre otros más.
Pero lo deja claro, los premios nunca fueron el objetivo a seguir.
«Traté de hacer todo con mucho amor y trabajo, pero viví el proceso bastante ansiosa. Ahora con el tiempo y las otras cosas que he hecho me han dado la posibilidad de disfrutar lo que haces, que es lo más importante, llegar a un punto donde disfrutes y donde no te importante tanto el final sino el camino».
Más que el reconocimiento en eventos cinematográficos, Claudia Sainte-Luce abraza las recompensas personales que le ha dejado esta cinta que ha logrado conectar con el público desde la pérdida y empatizado con el dolor de otros.
«Lo que me llega más es cuando de repente me llega un mensajito y me dicen ‘oye, tu película me ayudó mucho a sobreponerme a la pérdida de mi mamá’ o ‘me ayudó en este momento’. Mensajes que han sido contados y los atesoro mucho, me ayudan a continuar cuando las cosas se ponen complicadas o cuando pierdo la fe en mis historias, digo, ‘bueno, si al menos tocó a cinco o a diez personas’.
En lo profesional, la cinta significó el primer paso en su carrera que le ayudó a abrirse el camino para contar las historias que vinieron después como La caja vacía (2016), El camino de Sol (2021) y la actualmente presentada en Festival Internacional de Cine de Toronto, Amor y matemáticas.
«Me ayudó plantear qué quiero hacer, el tipo de cine que quiero hacer, un cine que está conectado todo el tiempo con las emociones del personaje más que con la trama. La trama parte a raíz de lo que el personaje quiere, no es lo más importante».
«Los insólitos peces gato me abrió las puertas para seguir contando historias, me hizo entender que lo que me emociona más que poner una cámara es trabajar con los actores y buscar y buscar y poder darle matices a eso que está en el guión», agrega.
El filme, que forma parte de una selección de 16 películas de Cine para todxs, estará disponible a través de distintos puntos de la República mexicana.
«Yo deseo un montón que la gente se anime y vaya a verlas porque son iniciativas lindas, pero a veces la gente no se anima o realmente el tema de la vida lleva para otros lados, pero me encantaría que pudieran acercarse a estas historias y ver si alguna conecta con ellos».
Las salas y espacios comunitarios de exhibición donde estará este filme son:
· Cine Bolomchon | Sábado 17 de septiembre – 17:00 horas.
· Cine Inminente | Sábado 17 de septiembre – 17:00 horas.
· Cine Too | Domingo 18 septiembre – 18:00 horas.
· Cinema Nahual | Sábado 17 de septiembre – 18:40 horas.
· Cineteca Nuevo León Alejandra Rangel Hinojosa | Sábado 17 de septiembre – 17:00 horas.
· Complejo Cultural Los Pinos | Sábado 17 de septiembre – 13:00 horas.
· Huerto Cinema | Sábado 17 de septiembre – 19:30 horas.
· Museo Arocena | Sábado 17 de septiembre – 16:00 horas.
· NayarLab | Viernes 16 de septiembre – 19:45 horas.
· Teatro Emperador Caltzonzin | Por confirmar